miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Cómo debería de ser un buen maestro?.

Cuando se habla del tema de "ser un buen maestro", siempre, de una forma u otra se acaba haciendo alución a la vocación. A que para ser un buen maestro hay que tener vocación, que te guste plenamente lo que haces, el tratar con niños, etc.

 En mi opinión pienso que esto es una gran tontería, ya que para ser un buen profesional, sea en el sector laboral que sea no hay que tener vocación, sino compromiso por lo que haces, ya que hay maestros "vocacionales" que piensan que la educación es muy bonita y maravillosa, la idealizan en cierta forma y a la hora de la verdad se dan de bruces contra el suelo y se desaniman enseguida y no saben como afrontar una clase, etc. mientras que por otra parte hay maestros que hacen esta carrera sin ninguna vocación y el día de mañana son buenísimos maestros, ya sea por que son muy creativos e imaginativos a la hora de enseñar, se comprometen al 100% con su trabajo o por mil y una razones, por lo tanto la "teoría" de la vocación para mí es una estupidez. También he de decir que no por sacar mejores notas en la carrera se es luego mejor maestro, que esto es algo que mucha gente aún piensa.

 A continuación voy a escribir sobre ciertas características o aspectos que pueden ayudar, en mi opinión, a conseguir ser un buen maestro o al menos intentar mejorar.

Un aspecto personal del maestro, sin duda, debe de ser su compromiso con su trabajo y con sus alumnos. Debe de estar totalmente comprometido en la formación humana e intelectual de sus alumnos. En este compromiso por la formación el maestro debe de tener unos horizontes que los alumnos deben de alcanzar con su ayuda. El maestro también debe de empatizar con el alumno, es decir, estar abierto a sugerencias, hablarles bien, motivarlos, hacerlos sentir bien,etc.

El maestro también debe ser una persona organizada en sus ideas, segura, y bien documentada para que a la hora de enseñar se comunique con claridad, sea convincent y movilice a los alumnos hacia cambios significativos. Que maneje apropiadamente diversas técnicas, recursos, y métodos de comunicación para hacer más atractiva la transmisión de sus mensajes.

Un detalle a mi parecer importante, pero del que nunca se suele tratar mucho es la presentación personal del maestro, es decir, el maestro tiene que dar una imagen ante sus alumnos, mostrarse alegre, estusiasta, convencido de lo que hace, etc. no puede dar una imagen de desganado, abatido, etc. ya que así solo consigue que los alumnos no se entusiasmen por querer aprender.

Algo imprescindile es que el maestro sepa crear una atmósfera cálida y cercana, la cual favorecerá la relación con los alumnos y su vez garantizará en cierta medida un mejor aprendizaje. Este tipo de atmósfera también ayuda a desarrollar otras aptitudes como por ejemplo, confianza en uno mismo, capacidad de escuchar, fomenta la creatividad, etc. El maestro también debe de mostrar un interés por lo que enseña, si esto no se da, dificilmente el alumno se motivará para aprender.

Algo muy importante es la forma en la que se comunica el maestro con sus alumnos, debe de ser una comunicación recíproca entre el maestro y el alumno, muestra de interés, capacidad de escucha, etc.

 La efectividad y calidad de la comunicación oral dependerán de la habilidad del maestro para emplear los métodos correctos en el momento oportuno, y de la propiedad con que maneje su tema de exposición.

 Una misión de la escuela, en mi opinión, no es ofrecerle al alumno repertorios de respuestas, sino enseñarle a preguntar, es decir, el maestro debe de incultar en los alumnos la necesidad de preguntar, motivarlos para que sientan curiosidad por las cosas, pregunten y quieran saber, y por ende, aprender.

 Una tarea fundamental que el maestro debe de llevar a cabo es que sus alumnos sean capaces de comprender las cosas, es decir, que tengan un alto nivel de comprensión, que cuando aprendan algo sean capaces de usarlo en distintos contextos, no como sucede hoy en día, que cuando un alumno aprende una cosa dentro de un contexto y unas condiciones, en cuanto estas se ven alteradas el alumno ya no es capaz de poner en práctica estos conocimientos.

También es importante que el maestro transmita valores, ya vayan ligados con el aprendizaje, como el trabajo en equipo por ejemplo, o vayan por separados, como por ejemplo, el respeto a los compañeros.

Hoy en día, algo que el maestro debe de llevar a cabo en la utilización de las nuevas tecnologías en el aula, ya que vivimos en la era de la tecnología y de la información. Las nuevas tecnologías si se saben usar adecuadamente pueden suponer una gran ayuda para la labor del maestro y un gran estimulo para los alumnos para querer aprender, buscar información, etc.

 Y por último, y a mi parecer lo más importante, es que es necesario que el maestro esté siempre aprendiendo, en constante formación. Un buen maestro no será aquel que más conozca la información teórica, sino el que permanentemente y de manera creativa esté añadiendo a su labor docente la nueva información que adquiera. El nuevo maestro que necesita hoy en día la sociedad debe ser un experto que quiera aprender, no simplemente una persona con formación especializada en un área del conocimiento.

Como conclusión personal, un buen maestro no es aquel que pretende que sus discípulos lo imiten. Un buen maestro es aquel que alienta y estimula a sus alumnos a querer aprender.

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